jueves, 7 de febrero de 2008

Con la iglesia hemos topado...


Respecto al desparpajo político de nuestra Conferencia Episcopal he decidido copiar un artículo de Pep Bruno, colgado en su blog de El Decano (www.eldecano.es) que no podría describir mejor lo que pienso y, que además como ya no está en portada, me parece que vale la pena rescatar:

Visto lo visto, y tal como están las cosas, he estado reflexionando y creo que he dado con la solución: lo ideal sería que los obispos montaran su propio partido político. Ya tienen su cadena de radio que, siguiendo con los preceptos cristianos, fomenta el amor y las buenas relaciones entre personas y comunidades; ya tienen su red de sedes por todo el territorio, y sus empleados y afiliados y amigos. Por qué no forman su propio partido? el PSOE parece que no les gusta, IU menos, y el PP les resulta tibio. Sin duda, lo mejor, sería su propio partido.

Un partido promovido por los obispos sería estupendo, promulgaría la ilegalidad de los métodos anticonceptivos, el internamiento obligatorio de los homosexuales en centros especializados para tratar su enfermedad y lograr que se reintegren la sociedad, el fin de las investigaciones con células madre, la prohibición de la fecundación in vitro, el estudio obligatorio de la religión cristiana apostólica y romana en todo el sistema educativo, la eliminación de educación para la ciudadanía (esa asignatura tan nociva para los seres humanos españoles), la eliminación del matrimonio civil y de los divorcios (salvo las anulaciones realizadas desde la Iglesia), la suspensión de los tratamientos paliativos (no dejemos de hacer de este lugar un valle de lágrimas), el reforzamiento del Concordato, la reinstauración de la Santa Inquisición y la censura (con sus listas de libros, películas, personas, leyes, ideas prohibidas...), y muchas otras sugerentes propuestas que todos nos podemos imaginar.

Visto lo visto y tal como están las cosas uno piensa que lo mejor es que los obispos hicieran su propio partido político.
O es que temen que no les votaría ni dios?

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